Sobre (posibles) errores en los datos de bibliotecas públicas de España también en 2020

Ayer día 7 de noviembre de 2022 se anunció por la lista de distribución Iwetel que ya están disponibles los datos de bibliotecas públicas de España para el año 2020 en la web de Bibliotecas públicas españolas en cifras. Esta información es muy interesante porque es el año del Covid-19, con muchas bibliotecas cerradas durante gran parte del año y unos servicios que se vieron afectados en su actividad habitual.

Como persona que se dedica o se ha dedicado a la investigación sobre bibliotecas en España, hace unos meses publiqué un preprint titulado “A vueltas con los datos: ¿inconsistencias en las estadísticas de bibliotecas públicas de España 2019? Recomendaciones para la mejora" (enlace). En este trabajo procesé algunos datos a nivel de municipios, tarea que no permite directamente el sistema de datos tal y como está planteado actualmente. Hace unas semanas publiqué en TubEdu.org un vídeo (enlace )a modo de tutorial para que cualquier persona pueda reproducir mi proceso de extracción y descarga de datos masiva sobre bibliotecas públicas a nivel de municipios.

En el trabajo mencionado sobre inconsistencias en los datos de 2019, encontraba de hecho inconsistencias y errores. Algunos se corrigieron tras difundir el trabajo. Más importante aún, mostraba un método para detectar errores e inconsistencias.

Los datos de 2020 los vi ya publicados el viernes 4 de noviembre. No tuve mucho tiempo el fin de semana para un análisis a fondo, pero sí hice una lectura general de los resultados y procesé algunos datos para obtener un indicador que no se incluye en los que plantea el sistema de datos de bibliotecas públicas de España: el de gasto en personal por persona trabajadora (en equivalente a tiempo completo):

  • Por un lado, tenemos datos para el personal en equivalente a tiempo completo: se incluye personas en equivalente a tiempo completo para “auxiliares de biblioteca”, “bibliotecarios profesionales”, “personal especializado” y “otro personal”. También se incluyen “becarios” y “voluntarios” que no se suman al total de personal en equivalente a tiempo completo.
  • Por otro lado, tenemos los gastos corrientes por tipo de gasto, incluyendo el gasto para personal.

Si dividimos el gasto para personal entre el total de personas trabajadoras en equivalente a tiempo completo, obtenemos una media de lo que se gastan las bibliotecas por cada persona (en equivalente a tiempo completo) que trabaja en las mismas. Esto es, el gasto medio por persona trabajadora.

Pues bien, los resultados que se obtienen incluyen lo que yo consideraría grandes errores. Menciono aquí 3 casos que me han llamado especialmente la atención, aunque no son los únicos:

  • En Donostia (Gipuzkoa, País Vasco), con un total de personal en equivalente a tiempo completo de 9, el gasto en personal asciende a 2.921.042 € (casi 3 millones). Para cada persona trabajadora corresponderían 324.560,22 €.
  • En Zaragoza (Zaragoza, Aragón), con un total de personal en equivalente a tiempo completo de 50,50, el gasto en personal asciende a 5.809.812 € (casi 6 millones). Para cada persona trabajadora corresponderían 115.045,78 €.
  • En Massamagrell (Valencia, C. Valenciana), con un total de personal en equivalente a tiempo completo de 3, el gasto en personal asciende a 248.924 €. Para cada persona trabajadora corresponderían 82.974,67 €.

Menciono estos casos por tener más de una persona en equivalente a tiempo completo. Personalmente, creo que todo lo que supere 50.000 € en gasto por persona trabajadora de una biblioteca en equivalente a tiempo completo (e incluso 40mil), debería de ser revisado por difícil de justificar. ¿Cuánto ganan los “auxiliares de biblioteca”, “bibliotecarios profesionales”, el “personal especializado” o el “otro personal”?. Yo diría que incluso aceptando que estas cifras incluyen el gasto que puedan suponer las personas empleadas a la seguridad social, y una parte variable de complementos, etc., son cifras demasiado altas y difíciles de justificar.

Los municipios donde el gasto en personal por persona en equivalente a tiempo completo es mayor que 50mil euros suman 166; y con más de 40mil euros, resultan 450 municipios.

En los 3 casos mencionados antes, viendo las series temporales de cada caso, creo que en Donostia y Zaragoza el error está en el personal trabajador considerado en 2020:

  • En Donostia en 2016, 2017 y 2019 se cuentan 68 personas trabajadoras en equivalente a tiempo completo y en 2018 eran 56. En cambio, en 2020 contabilizan solo las 9 mencionadas.
  • En Zaragoza en 2016 y 2017 hay 134 personas trabajadoras en equivalente a tiempo completo; en 2018 hay 137 y en 2019, 153. En cambio, en 2020 contabilizan a 52 personas.

Si el descenso en el personal en equivalente a tiempo completo es real en Donostia y Zaragoza, debería verse reflejado en el gasto de personal (concretamente con un descenso, porque si hay menos trabajadoras/es el gasto para ello será menor). Y no sucede ni en Donostia ni en Zaragoza. Incluso en el caso de Zaragoza el gasto total más alto se da en 2020, pese a la diferencia de 52 personas trabajando en dicho año frente a las 134 y más de años anteriores (2016-2019).

Por otro lado, en Massamagrell, con una persona menos en 2020 en equivalente a tiempo completo respecto a 2016-2019 (4 en 2016-2019 y 3 en 2020), resulta que en 2020 el gasto en personal pasa de 136.000 € en 2019 a 248.924 en 2020. No se explica que habiendo una persona menos, el gasto en personal suba más de 100mil €.

No he tenido tiempo para un análisis más profundo, pero solo los resultados del indicador de gasto en personal por persona en equivalente a tiempo completo muestran errores en los datos tanto para el personal como para el presupuesto en personal. Y digo errores porque quiero creer que son errores. A este respecto hablaba con un colega de México sobre los posibles errores, y él me preguntaba si esta situación no sería digna de una auditoría. Personalmente, siempre he pensado que se trata de errores en los datos. Pero sería preocupante que los datos fuesen ciertos, y que haya municipios en los que una persona que trabaja en una biblioteca, sea personal auxiliar, profesional o especializado, esté ganando más de 100mil € al año (y ojalá se ganará tanto en la profesión; lo digo desde el respeto al personal y desde la crítica a los datos).

Personalmente me pregunto dónde comienzan estos errores y dónde se podrían revisar y reparar:

  • ¿Cómo es posible que una biblioteca no consulte sus series temporales para ver, por ejemplo, que un año con 4 personas trabajadoras gasta X y al año siguiente con 3 personas trabajadoras (1 menos) gasta X+100mil euros? (es el caso Massamagrell).
  • ¿Cómo se explica que a nivel de municipios como en Zaragoza o Donostia, resulte que el gasto en personal sea de más de 100mil euros por persona y de más de 300mil respectivamente, y las bibliotecas no se den cuentan de lo irreal de estos datos?

Por último, otra de las tablas de datos que he consultado es la de Bibliotecas con actividades culturales a nivel de comunidades autónomas. Y veo, por ejemplo, que en el Principado de Asturias, en la columna de “Bibliotecas que no han organizado actividades”, aparece un resultado negativo: hay -1 biblioteca que no ha organizado actividades. ¿Cómo se explica esto? ¿Y cómo se explica que el sistema de datos no detecte este error?

Me gustaría hacer una llamada aquí a las recomendaciones que propuse en mi trabajo "A vueltas con los datos: ¿inconsistencias en las estadísticas de bibliotecas públicas de España 2019? Recomendaciones para la mejora" (enlace). Si los datos son erróneos, las conclusiones que se extraigan de ellos también lo serán.

Creo que es necesario trabajar con una serie de “indicadores de control de los datos”; y también creo que es preferible disponer de 10 variables fiables antes que disponer de muchas de ellas y que no sean fiables. Lo que yo haría sería definir unas 10 variables, como por ejemplo:

  1. Gasto en personal por habitante
  2. Gasto en adquisiciones por habitante
  3. Suma de esos gastos por habitante
  4. Espacio de la biblioteca por X habitantes
  5. Colección por habitante
  6. Personal trabajador por X habitantes (incluyendo auxiliares, personal profesional y/o especializado)
  7. Visitas por habitante
  8. Préstamos por habitante
  9. Personas prestatarias activas respecto al total de población
  10. Actividades culturales por X habitantes (o porcentaje de asistentes a actividades culturales respecto al total de población)

Con estas variables o indicadores (que requerirían apenas entre 10, 15 o 20 datos), se podría obtener una radiografía muy completa sobre las bibliotecas públicas en 3 sentidos: las entradas o recursos, la entidad (que procesa esos recursos), y las salidas o lo que se alcanza en cuanto al uso de en las bibliotecas. Y se podrían calcular indicadores de segundo nivel como los que planteamos en Secaba-Rank para analizar la eficiencia de las mismas encontrando modelos de buenas prácticas para la mejora.

Mis recomendaciones iban dirigidas a tres sectores: al personal de las bibliotecas, a quien se encarga de la gestión o unificación de los datos, y a las personas que investigamos sobre ello. Hay que hacer una captura de los datos válida y real por parte del personal; hay que hacer una revisión de los datos por parte de quien se encarga de su gestión y unificación; y no hay que tomarlos por válidos para la investigación, siendo necesario analizarlos a nivel de municipios y eliminar los casos atípico o que se estimen irreales o erróneos fundamentando esta eliminación.

Solo así se podrán alcanzar conclusiones correctas, completas y por tanto válidas.

Publicado el 8 noviembre de 2022 por Pedro Lázaro Rodríguez; con licencia Creative Commons CC BY-NC-SA 4.0 y en la categoría "Bibliotecas"

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