No he leído nada de John Banville. Pero recientemente he leído una entrevista de 2023 en La Lectura (enlace), y he subrayado mucho contenido. Sacaré algún libro de John próximamente de la biblio.
Aquí los extractos que me he guardado de la entrevista:
Me gustaría volver a empezar, aunque seguro que cometería los mismos errores, pero ojalá pudiera volver a empezar. Espero aún tener unos años de diversión antes de empezar a perder las palabras...
Hace años la agente de Iris Murdoch me contó una historia tristísima. Un día, comiendo juntas, ella le dijo: "Todo lo que escribo ya no vale. Estoy yendo hacia un lugar oscuro". Se dio cuenta de que su cerebro se estaba deteriorando. Sé que me va a pasar, pero quiero que me pase de una forma agradable y rápida, no quiero demorarme en exceso...
Pero hay algo cómico en el espectáculo de la propia desintegración. No hablo de olvidos como perder las llaves, sino de la disolución del yo. Hay una especie de comedia en eso. Creo que Beckett lo vio clarísimo, pero le horrorizaba. Veía la vejez como algo deprimente, a mí me parece graciosa...
El genial Baudelaire decía que el arte consiste en intentar recuperar la infancia a voluntad, y creo que es cierto. La infancia siempre es material para artistas y es un proceso muy misterioso que no entiendo, pero es así...
Lo que el escritor sí tiene claro es que, en contra de lo que creemos, vivimos siempre en el pasado. "El presente no existe, es algo que fluye y el futuro es la improbabilidad más grande. El pasado es lo único que tenemos, pero no creo que eso sea algo malo"...
El otro día estábamos hablando del luto y del pasado y decíamos que el problema es que los fantasmas no existen. Mi mujer ha muerto y se ha ido del todo. Yo no paro de decirle: 'Pero déjate de tonterías, mujer, y vuelve'. Pero no vuelve...
De todos modos, los humanos somos muy simples, queremos dinero, sexo, comida y poder. Todo lo demás son detalles...
Me divertí mucho riéndome de mí mismo, creo que es importante hacerlo. Yo me tomo en serio, pero nunca con solemnidad. Soy capaz de reconocer mi propio absurdo y el de todos. Conozco algunas personas desprovistas de humor y creo que es una discapacidad peor que ser sordo o ciego. Ser incapaz de reír, no poder entender lo ridículo y maravilloso del mundo, debe ser terrible...
El mundo es inexplicable porque no tiene ningún sentido, a pesar de que los filósofos sigan empeñados en hallárselo...
El arte no nos mejora ni detiene guerras, no impide el abuso sexual ni para la inflación. Por desgracia, vivimos en una época en la que exigimos que el arte sirva para todo esto...
Cuando falleció mi esposa, me di cuenta de que era el punto final. Murió con mucha valentía y fue divertida hasta el final. Habíamos pasado toda la vida juntos y ahora lo único que queda son sus recuerdos, mis recuerdos de ella y los del resto de gente que la conoció. Y cuando nos vayamos, ella se marchará con nosotros, vamos todos hacia la oscuridad...
No recordamos nuestro nacimiento y experimentaremos la muerte, pero todo lo que hay en medio es caos. Por eso, creo, acudimos a las novelas, porque están terminadas, tienen una forma perfecta...
Cada vez que visito Madrid voy a ver Las Meninas de Velázquez y en cada ocasión se me vuelve más misterioso. Cuanto más lo veo menos lo entiendo y más me gusta. Eso está muy bien, porque el arte no debería ser comprensible. Una gran obra siempre se reserva algo de sí misma, y por eso las revisitamos...
La vida es una serie de errores. Nos enamoramos de quien no debemos, frecuentamos amistades inconvenientes, escribimos el libro que no toca... Ese es uno de los motivos por el que la realidad es tan cómica, no hay una forma de hacer las cosas bien...
Pero creo que las próximas generaciones saldrán perdiendo por rechazar la dificultad, porque esa es la esencia de cualquier arte y la sociedad ha renunciado a ella. No hay nada bueno, nada duradero y valioso que no sea difícil, las cosas sencillas son simplemente sencillas, pero las difíciles son mucho más que ellas mismas...