El sistema de datos de bibliotecas públicas de España dispone de 3 tablas de datos que pueden servir para analizar la finalidad o el objeto de las visitas de las personas a las bibliotecas:
- Por un lado, tenemos las visitas totales a las bibliotecas
- Por otro, las personas totales asistentes a actividades culturales organizadas por las bibliotecas
- Por último, tenemos los préstamos presenciales totales realizados en las mismas
Se ofrecen también datos para las personas prestatarias activas. Lo ideal sería saber cuántas veces han asistido las personas prestatarias activas a las bibliotecas para producir sus préstamos. Eso no lo sabemos. Lo que sí podemos hacer es situarnos en el mejor de los casos posibles y suponer que cada préstamo ha requerido una visita. Es el mejor de los casos posibles porque así las visitas para préstamos son las más elevadas posibles. Pero hay que reconocer que no se ajustaría a la realidad en el momento en que una persona acuda a la biblioteca para llevarse 2 o más préstamos en una misma visita, y creo que sería justo decir que sucede frecuentemente (incluso con una vez que sucediese ya valdría para romper la idea de que cada préstamo requiere una visita).
Si sumamos el total de préstamos (en ese escenario del mejor de los casos posibles donde cada préstamo requeriría una visita) a las personas asistentes a actividades culturales, y esa suma la dividimos entre las visitas totales a las bibliotecas convirtiéndolo en porcentaje, obtenemos el porcentaje de visitas que se realizan a las bibliotecas que son para asistir a actividades culturales o para préstamos. Y también, como complementario, obtenemos el porcentaje de visitas a la biblioteca que no son ni para acudir a actividades culturales ni para préstamos. Por ejemplo, para estar en la biblioteca, o, sobre todo (diría yo), para estudiar.
En 2019, y para la media de España, las visitas totales sumaron 106.910.802; las personas asistentes a actividades culturales, 4.541.222, y los préstamos 45.488.725. Si sumamos asistentes y préstamos, resulta 50.029.947, que respecto al total de visitas representa el 46,80%.
Esto quiere decir que, en el mejor de los casos posibles (insisto, por haber considerado que para cada préstamo haría falta una visita), cerca del 53% de las visitas a las bibliotecas públicas en España no son ni para préstamos ni para actividades culturales. Esto es, más de la mitad de las visitas a las bibliotecas públicas de España no son ni para préstamos ni para actividades culturales.
Si hacemos lo mismo pero solo considerando a los préstamos en vez de préstamos más asistentes a actividades culturales, tendríamos que decir que, en el mejor de los casos, cerca del 58% de las visitas a una biblioteca pública de España no es para préstamos.
En definitiva, usos de la biblioteca diferentes al de préstamo de materiales predominan más que el de los préstamos. Y todo bajo el escenario del mejor de los casos posibles considerando que cada préstamo requiere una visita a la biblioteca. Para sacar conclusiones de la naturaleza o fin de las visitas a las bibliotecas públicas, sería bueno tener datos más precisos sobre ello. Esto no es más que una estimación desde el escenario del mejor de los casos posibles en referencia a las visitas para préstamos y para el total de España sin atender a los resultados por comunidades autónomas.