Ranganathan fue un matemático y bibliotecario de India que marcó 5 leyes para las bibliotecas muy conocidas y nombradas en el ámbito de la Biblioteconomía y Documentación (ByD).
La quinta dice que la biblioteca es un organismo en crecimiento.
Mi especialidad en la ByD es la calidad y evaluación de bibliotecas. En mi tesis y con el grupo de investigación de Granada, desarrollamos indicadores y herramientas para la evaluación y la mejora de bibliotecas.
Uno de los indicadores clave era y es el de la potencia del sistema. La perspectiva sistémica viene de la biología y de la teoría general de sistemas de Bertalanffy.
Decimos que la biblioteca es un conjunto de elementos interrelacionados entre sí: con unas entradas (principalmente: recursos económicos), una entidad que las procesa (el personal trabajador estaría aquí, y más), para obtener unas salidas (el uso), que generan unos beneficios (personas más críticas, más felices, o similar) y todo en un entorno (el barrio, la sociedad...) y con un proceso de retroalimentación o evaluación para la mejora constante.
El indicador de la potencia del sistema pone en relación las entradas (el presupuesto), con las salidas (el uso de las bibliotecas). Un resultado de 1 marca la coincidencia entre nivel de salidas y entradas. Y cuando es mayor que 1, decimos que el estado de las bibliotecas es de potencia, y cuando es menor de 1, de dispotencia.
Una biblioteca puede tener muchos recursos pero puede no estar gestionándolos bien. La entidad de la biblioteca actuaría así como barrera en la relación entradas-salidas.
Poniendo en relación los estados de potencia y dispotencia con la quinta ley de Ranganathan, decimos que una biblioteca está en expansión, en crecimiento, cuando su estado es de potencia; y de implosión, cuando es de dispotencia. Una biblioteca habría de estar siempre en expansión: adaptándose a sus circunstancias.
La implosión se puede interpretar como un romperse o derrumbarse hacia dentro.
El jueves 16 de mayo acabó el cuatrimestre y con ello el tercer curso que estoy en esta universidad de profesor. Y la verdad es que diría que yo llevo tiempo en estado de implosión...