Sobre veganismo en una ponencia: el discurso despectivo hacia lo vegano y una conversación en el café de después

No soy muy dado a hablar de veganismo aunque es mi estilo de vida desde hace casi 7 años. Me siento bien en el antiespecismo. Como suelo decir, ser antiespecista para mí engloba ser feminista, no racista, y un largo etcétera. Hay incluso algo del antiespecismo que lo relaciono con el software libre: tanto antiespecismo como software libre implican en sus distintos contextos fomentar relaciones horizontales en vez de verticales. Yo no trato de cambiar a nadie, pero valoro mucho a la gente que lucha por extender el veganismo. Pasé 31 no siendo vegano y fue una decisión muy personal empezar con ello. Por eso no me me planteo condicionar ni cambiar a nadie.

En su día leí mucha ciencia sobre veganismo y especialmente sobre nutrición. A día de hoy, me llegan todas las semanas alertas de trabajos científicos sobre el tema desde bases de datos como Google Scholar, Open Alex, Dimensions y Pubmed. Me hice mis tablas con los alimentos que tenía que comer para nutrirme bien sin que implicase sufrimiento animal. En mi día a día no visto ropa que implique muerte de animales. Creo que mucha gente no es consciente, por ejemplo, de que muchas zapatillas, zapatos, cinturones, carteras, etc., llevan piel. Es cierto que tengo que tirar mucho de sintéticos y que es otro gran mal para el medio ambiente, pero mi empatía con los animales ante su sufrimiento me ha traído hasta aquí.

Creo que es muy difícil conseguir un estado absoluto de veganismo en el entorno en que vivo y vivimos: hay experimentación animal para tener medicamentos; nacemos y crecemos con valores de alimentación heredados que están muy integrados en nuestra identidad; hasta la cola de los muebles de mi casa de alquiler probablemente se haya producido con restos de animales, etc. Es muy difícil alcanzar un estado 100% libre de sufrimiento animal. Incluso los medicamentos que se dan en las clínicas veterinarias y en los santuarios de animales seguro que implican experimentación animal (fui voluntario en uno por un tiempo).

Suelo pensar en el veganismo desde un principio Maxi-Min o Min-Maxi. Este concepto lo aprendí estudiando ética en el grado en filosofía y creo que fue al hablar de las comparaciones intersubjetivas de valor, todo en el sentido de cómo conjugamos a nivel social, ético y moral lo que para unas personas y para otras tiene valor. Desde este enfoque del Maxi-Min o Min-Maxi, el veganismo lo explico así: se trata de minimizar al máximo el sufrimiento animal: que lo consigues en un 75%, pues mejor que en un 40%; que lo consigues a un 95%, mejor aún; que no lo consigues al 100%, no pasa nada, hay que tratar de hacerlo al máximo porcentaje posible.

Hace un año un colega muy cercano me vino a plantear que era una contradicción no conseguirlo al 100% y que por eso el veganismo no tenía sentido. Aunque pueda resultar una tontería, me imaginé explicándole el asunto desde las vacaciones que tenemos en el trabajo: nos gustaría tener tres meses, o cuatro, o cinco, pero tenemos uno. No porque no podamos cogernos tantos meses de vacaciones como nos gustaría, vamos a dejar de cogernos el mes que sí podemos. Con el veganismo igual: probablemente yo alcance más de un 95% libre de sufrimiento animal, dejo un margen de duda en ciertos aspectos como lo de la cola de los muebles de mi casa de alquiler y otros aspectos que se me pueden estar pasando, pero no por no tener la certeza de alcanzarlo en un 100% voy a bajarme de ese 95%.

Hoy hice una ponencia titulada "La vegafobia como discurso de odio hacia el veganismo: análisis en noticias de medios digitales de España y de su efecto de amplificación en Facebook". Al acabar la mesa sobre discursos del odio en que la he presentado, había tiempo para el típico café de los congresos. Me he pasado a tomar uno. Había soja y me lo he tomado con soja. Entonces, se me ha acercado una persona que ha visto mi ponencia y me ha dicho esto: "Hace tiempo yo sí que veía a los veganos como muy tocados (gesto de estar un poco locos de la cabeza), ahora ya no tanto... Creo que ahora están mejor aceptados por el yoga... ¿Tú no comes jamón serrano?... Qué pena... El problema del tefu (sic, supongo que se refería al tofu) y todo eso son las proteínas animales..."

Yo le he dicho que tal y como he comentado en mi ponencia, efectivamente parece que en medios de comunicación el nivel de vegafobia ha ido decreciendo con el tiempo, pero que habría que llevar a cabo estudios más longitudinales para concluirlo (el mío analizaba noticias de 2023 en España y comparaba los resultados con estudios de México en 2023 y Reino Unido en 2007); que no tenía datos sobre la relación de personas que hacen yoga y personas veganas, pero que se podría plantear como hipótesis (esto lo he dicho con un poco de ironía: lo del yoga y el veganismo me ha parecido una opinión suya pero oye, quizá haya relación...); he dicho también que no, que no como jamón serrano, que lo que a mí me da pena son los animales (en concreto los cerdos que mueren para poder comer jamón serrano); y que las proteínas en sí son como una categoría con dos clases o tipos: las proteínas animales y las proteínas vegetales, que el error que estaba cometiendo era asumir que las proteínas (la categoría) son las proteínas animales (una de las clases o tipos de la categoría), le he hablado de los aminoácidos esenciales (creo que no tenía mucha idea de esto por la cara que ha puesto) y de alimentos vegetales y combinaciones que te los dan todos incluso sin comerlos en la misma comida y sí en el día. Por último, he acabado diciendo que yo marcaría como hipótesis que hay menos conocimiento de nutrición en personas no veganas que en personas veganas, y me ha dicho "sí, eso sí, claro..."

Una de las formas de vegafobia que he comentado en mi ponencia y que establecieron Matthew Cole y Karen Morgan (2011) es la de tratar al veganismo como ascetismo y a las personas veganas como ascetas que viven en austeridad y en abstinencia. Me ha sentado mal que esta persona se acercase a mí después de mi ponencia sobre vegafobia e incurriese conmigo en una de las formas de vegafobia que he expuesto.

Y al llegar ahora a casa, me ha salido escribir esto.

Fin: post publicado el 24 septiembre de 2024 por Pedro Lázaro Rodríguez; con licencia Creative Commons CC BY-NC-SA 4.0 y sobre el tema o temas: Veganismo

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